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15 de octubre de 2025

Simone Biles, Nike y Athleta: Un caso de neuromarketing, empatía y conexión de marca

En el mundo del marketing deportivo, pocas decisiones han resonado tanto como la de Simone Biles, la gimnasta más condecorada de la historia, al dejar el patrocinio de Nike para firmar con Athleta, una marca enfocada en mujeres. Más allá del impacto comercial, este cambio revela profundas lecciones sobre neuromarketing, empatía y conexión emocional con la marca.

Durante años, Nike fue el patrocinador técnico de Biles, pagándole más de 1.6 millones de dólares al mes. Sin embargo, en 2021, a solo meses de los Juegos Olímpicos de Tokio, Simone anunció su ruptura con el gigante deportivo y su alianza con Athleta, marca del grupo GAP.

¿Por qué una atleta de élite dejaría una marca tan poderosa? La respuesta está en el valor emocional.

 “Athleta representa mejor quién soy”

Simone explicó que Athleta no solo le ofrecía un contrato, sino una plataforma para amplificar su voz. La marca se comprometió a apoyar causas sociales, especialmente aquellas relacionadas con mujeres, salud mental y empoderamiento. En contraste, Nike había sido criticada por su trato a atletas embarazadas y por no respaldar suficientemente temas sensibles. Este gesto no fue solo estratégico. Fue emocionalmente inteligente.

Lecciones desde el neuromarketing

El caso Biles-Athleta nos deja aprendizajes clave para marcas que buscan conectar desde la emoción:

  1. La empatía vende más que el producto

Athleta entendió que Simone no solo era una atleta, sino una mujer con valores, historia y voz. Al alinearse con sus causas, la marca activó el principio de identificación emocional, uno de los pilares del neuromarketing.

  1. Las marcas son narrativas vivas

Nike representa rendimiento y superación. Athleta representa comunidad, inclusión y propósito. Simone eligió la narrativa que resonaba con su momento vital, mostrando que las marcas deben evolucionar con sus audiencias.

 

  1. La conexión emocional genera fidelidad

Simone no solo firmó un contrato. Colaboró en el diseño de colecciones, tuvo voz en campañas y se convirtió en embajadora de valores. Esa co-creación emocional es lo que convierte a los consumidores en fans.

¿Qué pueden aprender las marcas?

  • Escucha activa: Conocer lo que mueve emocionalmente a tus embajadores y clientes.
  • Propósito auténtico: No basta con decir que apoyas una causa. Hay que demostrarlo.
  • Storytelling emocional: Las historias reales, como la de Simone, conectan más que cualquier eslogan.

En conclusión el cambio de Simone Biles no fue solo un movimiento comercial. Fue una declaración de principios. Y en un mundo donde las decisiones de compra están cada vez más influenciadas por la emoción, las marcas que entienden el poder de la empatía y la conexión auténtica son las que liderarán el futuro.

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