En la actualidad captar la atención del consumidor es solo el primer paso. El verdadero reto
está en mantenerla y lograr que tu marca se quede grabada en su memoria. Aquí es donde el
neuromarketing entra en juego: combinando psicología, neurociencia y estrategia para
diseñar experiencias que impacten y perduren.
¿Por qué la atención es el nuevo oro?
La atención es un recurso limitado. Según estudios, el ser humano promedio dedica solo 8
segundos antes de decidir si algo le interesa o no. En ese breve lapso de tiempo, tu mensaje
debe destacar entre miles de estímulos visuales, auditivos y emocionales que enfrenta día a
día.
Claves para captar la atención:
• Contraste visual: colores, formas y movimiento activan el sistema de alerta del
cerebro.
• Sorpresa o novedad: lo inesperado genera dopamina, que refuerza el interés.
• Relevancia personal: el cerebro filtra lo que considera útil o emocionalmente
significativo.
De la atención a la memoria: el viaje del recuerdo
Captar la atención no garantiza que el consumidor recuerde tu marca. Para que un mensaje
se almacene en la memoria a largo plazo, debe pasar por un proceso de codificación
emocional y repetición.
Estrategias para fijar tu marca en la memoria:
• Storytelling emocional: las
historias activan múltiples áreas
cerebrales y generan conexiones
duraderas.
• Repetición con variación:
repetir el mensaje en diferentes
formatos y canales refuerza el recuerdo
sin aburrir.
• Anclajes sensoriales: sonidos,
aromas o texturas pueden asociarse a tu
marca y facilitar su recuerdo.
Un ejemplo de Neuromarketing en acción es Spotify, pues personaliza listas con nombres
como “Tu cápsula del tiempo”, apelando directamente a la memoria emocional.
Herramientas y técnicas que puedes aplicar
• Eye tracking: para saber qué capta la atención en tu web o anuncio.
• Pruebas A/B emocionales: testea versiones con diferentes estímulos sensoriales.
• Mapas de calor: visualiza dónde se concentra la atención en tus contenidos
digitales.
En conclusión: atención + emoción = recuerdo. El consumidor no recuerda lo que ve, sino lo que siente. Si logras captar su atención y vincular tu mensaje a una emoción significativa, estarás un paso más cerca de convertirlo en cliente fiel.
