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3 de diciembre de 2025

Neuromarketing en el Packaging: ¿El envase influye en la percepción del valor?

El poder del primer impacto:


El 90% de la información que procesa el cerebro es visual, por lo que el diseño del envase se convierte en un factor decisivo en la elección de compra. Un packaging atractivo no solo protege el producto, sino que actúa como la primera experiencia sensorial de la marca.
Colores: transmiten emociones inmediatas (rojo: energía, azul: confianza,
dorado: lujo).
Formas: envases redondeados evocan cercanía y suavidad; los angulares,
modernidad y precisión.
Tipografía: letras elegantes y minimalistas refuerzan exclusividad; tipografías
manuscritas transmiten cercanía.

Más allá de lo visual: el poder multisensorial

El neuromarketing demuestra que el packaging no solo sepercibe con la vista:


Texturas: un acabado mate o aterciopelado puede asociarse con sofisticación, mientras que el brillo transmite modernidad.
Sonido: el “clic” al abrir una caja o el crujido de un envoltorio generan satisfacción inconsciente.
Olor: algunos envases liberan aromas sutiles que refuerzan la experiencia sensorial.

empaque_ packaging

Estos estímulos activan el sistema límbico, responsable de las emociones, y generan una
percepción de valor superior.


Ejemplos icónicos

Tiffany Blue Box®: la famosa caja turquesa se convirtió en un símbolo de lujo y deseo, incluso más allá de las joyas.
Envases de vino premium: estudios muestran que botellas con etiquetas minimalistas y colores sobrios son percibidas como más caras y exclusivas.
Productos de repostería: empaques con ilustraciones artesanales evocan tradición y calidad, aumentando la disposición a pagar más.

Estrategias para marcas

1. Diseñar con intención emocional: cada elemento debe activar una emoción
alineada con el posicionamiento de la marca.
2. Crear coherencia sensorial: integrar colores, texturas y sonidos que refuercen la
identidad.
3. Usar la nostalgia: envases que recuerdan épocas pasadas generan confianza y
conexión emocional.
4. Testear con neuromarketing: herramientas como eye-tracking o medición de
respuesta cerebral permiten validar qué diseño genera mayor impacto.


En conclusión, el packaging es mucho más que estética: es un disparador emocional y cognitivo que influye directamente en cómo el consumidor percibe el valor de un producto.
En mercados saturados, invertir en envases diseñados con principios de neuromarketing puede ser la diferencia entre ser olvidado o convertirse en un icono.

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